… el resto puede permanecer almacenado en servidores informáticos (estafa)
Existe una brecha cada vez mayor entre el conocimiento almacenado en los servidores informáticos y el almacenado en la cabeza de los humanos. En el pasado, cuando sólo los libros podían almacenar conocimientos, los humanos aún podían competir con estos “espacios de almacenamiento” dedicando su vida a la erudición. Además, gran parte del conocimiento no se almacenaba en libros debido a las tradiciones orales, por lo que existía una superioridad real de los cerebros humanos sobre los libros. Hoy en día, es una causa perdida, ningún humano puede pretender competir con ninguna IA y parecería inútil intentarlo, el valor añadido de los humanos reside en otra parte.
La necesidad de encarnar el conocimiento
Sin embargo, el conocimiento necesita ser incorporado por el simple hecho de que, para actuar como experto, el ser humano necesita almacenar una cierta cantidad de conocimientos.
El cerebro humano no está hecho para ser un vulgar espacio de almacenamiento de datos. Si podemos hacer una comparación con los ordenadores, los humanos somos como ordenadores con mucha RAM, capacidad de cálculo (procesador) y poca memoria (disco duro). Para alcanzar un alto nivel de dominio en un campo, hay que pasar por varias etapas:
– Inconsciente/incompetente: La persona no es consciente de su incompetencia
– Consciente/incompetente: La persona no es consciente de su incompetencia.
– Consciente / competente: La persona es consciente de su competencia
– Inconsciente / competente : La persona no es consciente de su competencia
Ser consciente es almacenar información en el disco duro. Ser inconsciente es actuar con la memoria RAM, todo es más rápido e intuitivo.
El problema de la erudición
Cuando elegimos almacenar conocimientos por el mero hecho de almacenarlos, sólo estamos utilizando nuestro disco duro, no podemos tener una gran memoria RAM porque por definición debe estar vinculada a la acción. La erudición nos paraliza en cierto modo porque significaría operar con el disco duro lleno y, por tanto, ralentizaría nuestra acción. El cerebro no es el mejor lugar para almacenar datos, hay materiales que lo hacen mucho mejor.
La acción es conocimiento
Se aprende algo mejor si se pone en práctica. Actuar con un conocimiento limitado suele ser mejor que no actuar y tener un conocimiento inmenso. Cuando actuamos, cableamos nuestro cerebro de una determinada manera, lo que le permite crear conexiones rápidas entre neuronas.
Alcanzar un estado de inconsciencia competente
Práctica deliberada
Para que el conocimiento consciente se convierta en inconsciente, es necesario un esfuerzo sostenido y continuo en el área en cuestión. Es la famosa teoría de las 10.000 horas. Aunque ha sido algo tergiversada por su divulgador (Malcolm Glawell), no deja de ser interesante. El tiempo es un recurso importante, pero también hay que combinarlo con un alto nivel de concentración y energía para obtener el máximo rendimiento del trabajo. Para que el conocimiento se convierta en algo natural, hay que ponerlo mucho en práctica.
Evitar quedarse obsoleto
Para no ser inútil en la era actual, necesitas adquirir un alto nivel en habilidades poco comunes o ser muy bueno en varias habilidades que sirvan para lo mismo. Cuando se puede acceder a los mejores servicios de todo el mundo a través de Internet, se produce el siguiente fenómeno: la mayoría de la gente quiere acceder a los mejores servicios con tal de asegurarse de alcanzar el objetivo que se ha fijado (“el ganador se lo lleva todo”). Por eso tiene mucho más sentido ser el mejor en un nicho especializado muy pequeño que ser muy bueno en un campo más generalizado. El futuro pertenece a los que piensan fuera de la caja y consiguen crear un espacio en el que no tienen competidores porque el valor que aportan es muy grande.